Itaca

Cuando regresaste a Itaca te hubiera gustado seguir escuchando el griterío de  las sirenas. Te ensimismaste en tu viaje y trazaste una línea recta, no quisiste  ver los obstáculos y preferiste no atracar en cada puerto; no hay secretos más allá de Itaca; allí es donde la sabiduría y la felicidad residen, es allí donde tienen  su razón de ser. Tu única obsesión, aquella isla en la que reencontrarte contigo mismo. Itaca. Y ya no te sirve el arrepentimiento; dibujaste un mar en calma, hubieras corrido hasta Itaca, y ahora no te importaría lo más mínimo ser devorado por las fauces de Poseidón. Cuando regresaste a Itaca te asomaste al abismo de todo lo real, un espejismo más en el camino.

2 Responses to Itaca

  1. Javi dice:

    Creo que no me gustaría pasar un día por Itaca.
    Un beso.

  2. lalalá... dice:

    para mi ítaca existe
    pero es todo ese camino lleno de dificultades y satisfacciones
    porque vivir es el mejor destino

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